Más que una bebida: Kombucha, un elixir ancestral con beneficios

El consumo de la kombucha no es una moda pasajera. Esta se ha convertido en una opción para aquellos que buscan bienestar y sabor en una misma bebida. Su popularidad refleja un cambio en la conciencia de los consumidores, quienes apuestan por productos naturales con potencialmente beneficios para la salud.

Origen e historia

El origen de la kombucha se remonta a miles de años atrás, posiblemente en China o Japón. Desde entonces, se ha extendido por todo el mundo, con diferentes culturas adaptando su receta y elaboración. En América Latina se ha conocido que es la kombucha, ya que ha experimentado un crecimiento significativo en la última década, siendo apreciada por su sabor único y sus propiedades saludables.

Elaboración

La kombucha se elabora fermentando té negro, verde o blanco con azúcar, bacterias y levaduras. Esta mezcla, conocida como SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast), crea una especie de «madre» gelatinosa que se encarga de la fermentación. 

Durante este proceso, las bacterias y levaduras convierten el azúcar en ácidos orgánicos, vitaminas y antioxidantes, dando a la kombucha su característico sabor y propiedades.

La kombucha mejora la digestión

La kombucha es rica en probióticos, bacterias beneficiosas que pueden ayudar a mejorar la salud intestinal y la digestión, estimular la motilidad intestinal y favorecer la absorción del calcio, el hierro y la vitamina B12.

El sistema inmunológico se fortalece

Los antioxidantes y vitaminas de la kombucha fortalecen el sistema inmunológico y protegen de enfermedades. 

  • El daño oxidativo se ha relacionado con varias enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardíacas y la enfermedad de Alzheimer. Los antioxidantes de la kombucha pueden ayudar a proteger las células del daño oxidativo y reducir el riesgo de estas enfermedades.
  • Los glóbulos blancos son responsables de combatir las infecciones. Los antioxidantes de la kombucha pueden ayudar a aumentar la producción de glóbulos blancos y fortalecer la respuesta inmunitaria del cuerpo.

Desintoxica el cuerpo

La kombucha puede ayudar a eliminar toxinas del cuerpo gracias a sus propiedades diuréticas y depurativas.

  • El hígado es responsable de eliminar las toxinas del cuerpo. Los ácidos orgánicos de la kombucha pueden ayudar a estimular la función del hígado y mejorar la eliminación de toxinas.
  • La kombucha tiene un efecto diurético que puede ayudar a eliminar toxinas a través de la orina.

Aumenta la energía

La kombucha es una fuente natural de vitamina B que puede ayudar a aumentar los niveles de energía y combatir la fatiga. Las vitaminas B son esenciales para el metabolismo energético del cuerpo. La kombucha contiene las siguientes vitaminas:

  • B1 (tiamina): ayuda a convertir los alimentos en energía.
  • B2 (riboflavina): ayuda a liberar energía de los alimentos.
  • B3 (niacina): ayuda a convertir los alimentos en energía y a mantener el sistema nervioso sano.
  • B5 (ácido pantoténico): ayuda a convertir los alimentos en energía y a mantener el sistema nervioso sano.
  • B6 (piridoxina): ayuda a metabolizar las proteínas y a mantener el sistema nervioso sano.
  • B12 (cobalamina): ayuda a producir glóbulos rojos y a mantener el sistema nervioso sano.

Reduce el estrés

La kombucha contiene L-teanina y gracias a ello actúa reduciendo el estrés y la ansiedad.

  • El cortisol es una hormona que se libera en respuesta al estrés. La L-teanina puede ayudar a reducir los niveles de cortisol y promover la relajación.
  • La serotonina y la dopamina son neurotransmisores que se asocian con el bienestar y el estado de ánimo positivo. La L-teanina incide directamente en los niveles de estos y con ello logra mejorar el estado de ánimo de las personas.

Es importante destacar que la investigación científica sobre la kombucha aún está en desarrollo y se necesitan más estudios para confirmar sus beneficios para la salud. Además, la kombucha no es un sustituto de la atención médica y no debe usarse para tratar o prevenir enfermedades.

Se recomienda comenzar con pequeñas cantidades y aumentar gradualmente la dosis. Además, es recomendable que algunas personas consulten a su médico antes de iniciar el consumo de kombucha, específicamente las mujeres embarazadas o que estén lactando, también los niños de menor edad o quienes padecen inmunodeficiencia.

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